Al diseñar el acorazado de clase H, el principal requisito era que su potencia de fuego superase a la de todos los acorazados del mundo. A pesar de la promesa de Alemania de adherirse al Tratado Naval de Washington, los líderes de la nación insistieron en utilizar el calibre 420 mm. Las alternativas incluían utilizar el calibre 406 mm (que habría llevado mucho más tiempo a Alemania desarrollar) o aumentar el número de cañones de 380 mm a doce (colocados en cuatro torretas de tres cañones).