El Alto Mando de la Armada de los Estados Unidos concibió que los submarinos de flota debían complementar a los lentos acorazados convencionales. Con una alta velocidad en superficie, armamento pesado y un largo alcance operativo, se suponía que realizarían reconocimiento y acabarían con los barcos enemigos una vez que cesaran los duelos de artillería entre acorazados. Sin embargo, después del ataque a Pearl Harbor, su estrategia cambió y se diseñó un nuevo tipo, el Gato, para patrullas prolongadas. Cómodos para sus tripulaciones, estos submarinos llevaban un gran suministro de combustible y torpedos. El USS Gato fue botado en octubre de 1940 y puesto en servicio en diciembre de 1941. El submarino llevó a cabo trece misiones de combate, obteniendo el mismo número de estrellas de batalla y la Mención Presidencial de Unidad.