A principios del siglo XX, la idea de un crucero de reconocimiento rápido era popular en muchos países. El primer barco de este tipo en la Marina italiana fue el crucero acorazado Quarto. A éste le siguió la clase Nino Bixio, que era más grande que su predecesor y tenía una disposición de artillería más conveniente. Durante la Primera Guerra Mundial, el buque líder de la serie participó en la interceptación de los piratas austrohúngaros y en la defensa de los transportes de la Entente. El Nino Bixio sirvió en la Marina hasta finales de la década de 1920.